Gen z H u M o u R r
El humor de la Generación Z es, para muchos, un rompecabezas imposible de resolver. Sus memes y referencias parecen diseñados para confundir, como si el objetivo no fuera simplemente hacer reír, sino descolocar. En un mundo donde la lógica y el sentido común han quedado en entredicho, la comedia ha seguido el mismo camino: lo absurdo, lo surrealista y lo incomprensible se han convertido en el estándar, y si no lo entiendes, tal vez no es para ti.
Para comprender este humor, primero hay que entender su ruptura con las generaciones anteriores. Los boomers encontraron la risa en lo cotidiano, en lo simple y directo. Los millennials, por su parte, se refugiaron en la ironía y el humor autocrítico como respuesta a una crisis de expectativas. Pero la Gen Z no ha heredado esa tradición, sino que la ha dinamitado por completo. No es una evolución del meme clásico; es un colapso total de la estructura del chiste. Si el mundo no tiene sentido, ¿por qué debería tenerlo la comedia? El resultado es un humor que desafía cualquier intento de interpretación lineal. Memes sobresaturados, videos hiperacelerados, imágenes distorsionadas sin mensaje aparente, y sobre todo, un meta-humor que existe solo dentro de su propio ecosistema, como una broma infinita donde el chiste no es el contenido, sino su mera existencia.
Pero el absurdo es solo la superficie. La ironía, que heredamos de los millenials, sigue presente, ya no como refugio, sino como arma de confrontación. Si los millennials usaban el sarcasmo para lidiar con su propia ansiedad, nosotros lo hemos convertido en un espejo que deforma la realidad. Nada se toma en serio, y precisamente por eso, todo es cuestionable. La crisis climática, el colapso económico, la salud mental: todo es materia prima para un chiste que, en su aparente ligereza, esconde una verdad incómoda. Es un humor que no solo rompe la cuarta pared, sino que la pulveriza, revelando que todo—incluida la comedia—forma parte del mismo simulacro.
La velocidad también lo define. En una era donde la atención dura menos de dos segundos por contenido, el humor Gen Z es un humor de tren bala: impacta, desconcierta y sigue su curso antes de que puedas procesarlo. Colores estridentes, cortes abruptos, ruido saturado, emojis sin sentido. No hay espacio para la pausa ni para la reflexión, porque a veces, el caos es el mensaje. Esta estética del doomscrolling transforma la desesperación en entretenimiento y convierte la comedia en un loop interminable de distracción y catarsis.
Este fenómeno ha generado un debate sobre su verdadera naturaleza. ¿Es nihilismo puro o una forma de resistencia? Algunos lo ven como apatía disfrazada de chiste, otros como una válvula de escape colectiva. La verdad es que la Gen Z no se ríe a pesar del desastre, sino a través de él. La salud mental, la precariedad, la crisis de identidad, todo se convierte en shitposting: una especie de terapia de grupo encubierta donde lo innombrable se vuelve material de meme. It’s all an inside joke...si lo entiendes, eres parte de la comunidad; si no, just keep scrolling, it’s free.
Y quizás aquí radique la clave final de nuestro humor: su fugacidad.
En ningún momento busca ser recordado ni trascender; es el arte conceptual del burnout, hecho para consumirse y desaparecer en la avalancha infinita de contenido. Memes que duran lo que un refresh en Twitter, edits que se desintegran en menos de 24 horas. Es la comedia del colapso, donde la única certeza es que nada permanece y la única opción es reírse antes de que llegue el siguiente post, or the next crisis, the next recession, the next war... tal vez sea una burla al sistema, una forma de desahogo, o simplemente un escupitajo en la cara de la seriedad adulta. Quizás todas, o ninguna. Maybe it’s not that deep....maybe it is. Al final, lo único claro es que, si no entiendes el meme, siempre puedes seguir scrolleando. En dos segundos habrá otro. Y otro. Y otro. Alguno pillaras.
Gen z H u M o u R r, OMISH.
19/11/2024